martes, 2 de septiembre de 2008

La vida


Vivir en los USA es complicado para un español, ya no se si en los USA, pero en Austin es complicado. Se necesita coche. No hay manera de vivir en esta ciudad sin coche. Si no lo necesitas para ir a trabajar lo necesitaras para ir a comprar o para ir a cualquier sitio. La pregunta que surge es ¿acaso no hay autobuses?, si, si que los hay. Pero es un servicio muy deficiente. Las frecuencias mas bajas están en 20 minutos entre autobuses. Esto plantea grandes problemas, pero a cambio tienes un par de ventajas. Para los estudiantes es gratis, y la página Web de los autobuses tiene un planeador de rutas que te dice a que hora va a pasar por tu parada. Pero aun así se necesita coche, en el centro casi no hay tiendas, están todas en las afueras.

Otro aspecto que plantea problemas es la comida. Yo no tengo mucho problema, el comedor de la residencia ofrece variedad y te puedes hacer tu mismo tu propio menú. Así que me alimento a base de ensalada y un plato normal (pasta, pollo, arroz, etc.). Fuera del comedor de la residencia es complicado comer bien. Los bares solo tienen tacos, burritos, quesadillas y pollo, todo ello acompañado con un queso realmente asqueroso.

Lo que realmente me gusta de Austin es el salir por la noche. La mayoría de los bares tienen bandas tocando en directo (rock, blues, country y jazz). La gente suele beber cerveza, a dos dólares hasta las 12 y a 4 a partir de entonces. Los cubatas 3 o 6 dólares, dependiendo de la hora. El problema es que a las 2 dejan de servir alcohol, así que hay que darse prisa en tajarse.

Los horarios son un poco entupidos, pero este país es asin. Las clases empiezan sobre las 8 o las 9. La comida es a las 12 y la cena a partir de las 7. Eso si, estiro los horarios todo lo que puedo. Las tardes se hacen eternas, a las 9 tengo la sensación de que son las 11.

Por hoy ya vale, atentos al próximo boletín.

1 comentario:

Presidente ACRZ dijo...

Se me ocurren dos hipótesis para explicar lo que sucede allí con los autobuses.
H1: Al ser el país de la libertad, todos pueden conducir a partir de los 14 años con un adulto y de los 16 solos, por tanto no necesitan muchos autobuses.
H2: Al estar libres de influencias socialistas el estado no toma parte en todos los asuntos de los ciudadanos y como hay poca demanda de autobuses, no se ponen.

Algo similar pasa en Manhein, en donde la mayoría va en bici para moverse por su localidad.